Trauma en los niños: el costo del miedo inmigrante en Illinois.
En las últimas semanas, el miedo ha sequestrado a muchas comunidades latinas en Illinois. El aumento de la aplicación de la ley de inmigración es causando un daño devastador en los niños de estas familias. Los padres están temerosos de separarse de sus hijos, ya que se temen ser deteniados o deportados. Esto está llevando a una disminución significativa en la asistencia escolar y a que muchos niños estén llegando hambrientos y asustados a las citas médicas.
"Como pediatras, creemos firmemente que todos los niños merecen sentirse amados, seguros y apoyados", afirman. Sin embargo, debido al aumento de la aplicación de la ley de inmigración, estas comunidades están sufriendo y muchos niños están siendo traumatizados.
Las escuelas también están reportando una disminución en la asistencia porque los padres se preocupan por no tener a sus hijos con ellos. Algunas escuelas han sido cerradas debido a la presencia de las autoridades de inmigración justo afuera de los terrenos escolares, deteniendo activamente a personas en el área. Esto es traumático para cada niño en la escuela y tiene consecuencias negativas en su bienestar emocional y en su capacidad para concentrarse y aprender.
"Ser testigos del daño a otros y vivir con miedo constante resulta traumático para todos los niños de la comunidad", explica Susan Kressly, presidenta de la Academia Americana de Pediatría. "Estos factores de estrés interrumpen el desarrollo cerebral y tienen efectos negativos a largo plazo en la salud y el bienestar de los niños afectados".
La situación es especialmente problemática para los niños cuyas familias no son directamente atacadas, pero que aún se sienten afectados por la presencia de agentes armados en las calles de su vecindario. Estos niños pueden hacer preguntas a las que los padres pueden no tener respuestas, o ver imágenes y videos en línea que los dejan sintiéndose asustados.
"Los pediatras también están observando un efecto paralizante más amplio que está llevando a las familias, incluidas aquellas con niños ciudadanos estadounidenses, a evitar buscar atención médica o hacer opciones imposibles en un esfuerzo por permanecer unidas", explica Michelle Barnes, presidenta del Capítulo de Illinois de la Academia Americana de Pediatría.
La situación en Illinois y en muchas comunidades en otras partes de Estados Unidos es alarmante. Los pediatras están llamando a restaurar la política que prohibía aplicar la ley de inmigración en o cerca de "ubicaciones sensibles", incluidas escuelas, clínicas de salud o iglesias. También deben fortalecerse las directivas sobre el "interés parental" para garantizar que se considere si alguien es un padre o cuidador al determinar si se debe detener.
"Todos los niños merecen pasar sus días en momentos que los llenen de alegría y les permitan explorar con curiosidad y asombro", concluye Susan Kressly. "Merecen una política de inmigración que reconozca su humanidad y su derecho a crecer seguros y saludables. Debemos poner a los niños en primer lugar."
En las últimas semanas, el miedo ha sequestrado a muchas comunidades latinas en Illinois. El aumento de la aplicación de la ley de inmigración es causando un daño devastador en los niños de estas familias. Los padres están temerosos de separarse de sus hijos, ya que se temen ser deteniados o deportados. Esto está llevando a una disminución significativa en la asistencia escolar y a que muchos niños estén llegando hambrientos y asustados a las citas médicas.
"Como pediatras, creemos firmemente que todos los niños merecen sentirse amados, seguros y apoyados", afirman. Sin embargo, debido al aumento de la aplicación de la ley de inmigración, estas comunidades están sufriendo y muchos niños están siendo traumatizados.
Las escuelas también están reportando una disminución en la asistencia porque los padres se preocupan por no tener a sus hijos con ellos. Algunas escuelas han sido cerradas debido a la presencia de las autoridades de inmigración justo afuera de los terrenos escolares, deteniendo activamente a personas en el área. Esto es traumático para cada niño en la escuela y tiene consecuencias negativas en su bienestar emocional y en su capacidad para concentrarse y aprender.
"Ser testigos del daño a otros y vivir con miedo constante resulta traumático para todos los niños de la comunidad", explica Susan Kressly, presidenta de la Academia Americana de Pediatría. "Estos factores de estrés interrumpen el desarrollo cerebral y tienen efectos negativos a largo plazo en la salud y el bienestar de los niños afectados".
La situación es especialmente problemática para los niños cuyas familias no son directamente atacadas, pero que aún se sienten afectados por la presencia de agentes armados en las calles de su vecindario. Estos niños pueden hacer preguntas a las que los padres pueden no tener respuestas, o ver imágenes y videos en línea que los dejan sintiéndose asustados.
"Los pediatras también están observando un efecto paralizante más amplio que está llevando a las familias, incluidas aquellas con niños ciudadanos estadounidenses, a evitar buscar atención médica o hacer opciones imposibles en un esfuerzo por permanecer unidas", explica Michelle Barnes, presidenta del Capítulo de Illinois de la Academia Americana de Pediatría.
La situación en Illinois y en muchas comunidades en otras partes de Estados Unidos es alarmante. Los pediatras están llamando a restaurar la política que prohibía aplicar la ley de inmigración en o cerca de "ubicaciones sensibles", incluidas escuelas, clínicas de salud o iglesias. También deben fortalecerse las directivas sobre el "interés parental" para garantizar que se considere si alguien es un padre o cuidador al determinar si se debe detener.
"Todos los niños merecen pasar sus días en momentos que los llenen de alegría y les permitan explorar con curiosidad y asombro", concluye Susan Kressly. "Merecen una política de inmigración que reconozca su humanidad y su derecho a crecer seguros y saludables. Debemos poner a los niños en primer lugar."